Ágora 01, octava entrega: Sobre el uso de un lenguaje sencillo
01.4.5 Sobre el uso de un lenguaje sencillo
Un místico es una persona que ha entrado en una habitación donde el resto de personas no pueden entrar. Tal vez los demás puedan vislumbrar algo asomándose por el ojo de la cerradura, o tal vez ni siquiera hayan sospechado nunca que tal habitación pueda existir. El caso es que el místico no solamente logra entrar y maravillarse con los prodigios que la habitación contiene, sino que cuando vuelve intenta contar a sus compañeros lo que ha visto.
Lógicamente él tratará de explicar todo como buenamente pueda, buscando ejemplos que entren en la experiencia vital de sus compañeros. Y adaptándolos a su época, a su cultura y a su modo de pensar. Pero por favor, considera por un momento: ¿cómo le explicarías tú a un ciego de nacimiento qué es el color amarillo, si él nunca lo ha visto?. ¿O cómo le explicarías la diferencia entre el amarillo y el azul?. Para ti no hay nada que explicar, porque tú los percibes directamente: esto es amarillo, esto es azul. Te parece algo “obvio” o “evidente”. Ambas palabras significan que no se precisan más explicaciones, porque es algo que se ve directamente tal cual es. Sin embargo, hay otros que no tienen tu clara percepción, que no lo ven como tú. Para ellos, no es obvio ni evidente.
En general explicar una percepción no-verbal (como por ejemplo, un sentimiento) a otros usando palabras es extremadamente difícil e impreciso. Por mucho que se esfuerce el místico en dar explicaciones a sus compañeros, el resultado nunca será como si todos ellos hubieran entrado en la habitación de las maravillas.
Con el paso del tiempo, es común que el mensaje original se desvirtúe. Nadie más ha vuelto a tener las visiones originales del místico. Y la transmisión “de oídas” de unos a otros va mermando la calidad y la comprensión de las enseñanzas. Es entonces cuando van surgiendo diferentes “interpretaciones”, ya que no se entiende el mensaje original tal cual era.
Según pasa el tiempo, a menudo dichas “interpretaciones” se convierten en diferentes escuelas (o sectas, o iglesias) enfrentadas entre sí, cuyos partidarios se dedican a matarse y destrozarse unos a otros tan ricamente. A menudo por simples detalles superficiales, no por el núcleo fundamental de su doctrina.
Si con este proyecto sucede algo parecido, entonces lo habremos hecho rematadamente mal. Todos debemos entender todo lo que aquí se dice, sin que nadie tenga que “interpretar” nada. Donde pone una idea hay que entender esa idea tal cual está, sin “interpretar” que se quiere decir otra cosa diferente, ni querer “leer entre líneas”, ni arriesgar suposiciones aventuradas, ni nada parecido.
Por ello he intentado utilizar un lenguaje actual siempre que me ha sido posible. Con expresiones sencillas y desprovistas de tecnicismos para que estén al alcance de cualquiera. Y con todos los ejemplos que me ha parecido conveniente incluir, para que haya amenidad y para que se entiendan las ideas sin caer en la necesidad de “interpretarlas”. Es decir, se ha buscado intencionadamente la utilidad y la claridad en las exposiciones, no los adornos ni la calidad literaria.
Siguiendo el prudente consejo de Albert Einstein, “si tu intención es descubrir la verdad hazlo con sencillez, la elegancia déjasela al sastre”.
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Continuará
Arturo Rafael Seguí López. El Ágora Fractal © 2010. Liberación AHORA
Documento completo: El Ágora Fractal. Ágora 01: Introducción. Un puzzle
En formato de archivo: EL ÁGORA FRACTAL. Ágora 01: Introducción. Un Puzzle.
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