GENTE SIN CASA, CASAS SIN GENTE. Cuando la propiedad privada ya no satisface las necesidades de vivienda. Alternativas
Cuando la propiedad privada ya no satisface las necesidades de vivienda
Publicado en ¡Rebelaos!
Según el último censo de edificios y viviendas de 2001 (este censo se realiza cada 10 años), en el Estado español existían 3’1 millones de viviendas vacías (en desuso o abandonadas) y habrá que ver cuales son los datos referentes a 2011, con los que no se cuenta todavía. Pero sabiendo que existen 25,83 millones de casas y que hay, 4,8 millones más que hace una década, la cifra podría ascender a los 6 millones, entre viviendas que ya estaban vacías, aquellas que no se han podido vender ni alquilar a causa de la crisis y aquellas que forman parte del mercado de la especulación inmobiliaria.
El mercado inmobiliario no es más que un tentáculo del aparato de mercantilización que ha sido convenientemente protegido por el Estado, permitiendo la privatización del suelo de propiedad estatal (antes ya los diferentes gobiernos liberales y demócratas habían convertido las propiedades comunales – de todos y todas – en estatales); la concesión de permisos y licencias a “empresas amigas” para que se sumaran al lucrativo negocio de la especulación; el ascenso exponencial de los contratos hipotecarios y el enriquecimiento de las estructuras bancarias-financieras; la infamia en la que han convertido la obtención de una vivienda de protección oficial (VPO), un circo de mal gusto donde se sortean sueños, potenciando la salvación individual y el adormecimiento de la conciencia colectiva.
La acción de reclamar una vivienda digna requiere una profunda reflexión, para entender que aquello que es legítimo no se reclama, se toma. Ir a la raíz del problema es un acto revolucionario, por tanto la cuestión relevante no puede ser exigir medidas contra la especulación, recuperar el carácter estatal de los terrenos privatizados, ni la encarcelación de los banqueros corruptos, ya que es el aparato estatal el garante de este escenario de destrucción y miseria. La solución pasa por garantizar el derecho de uso de la propiedad colectiva, es decir, garantizar el uso y disfrute (usufructo) de una vivienda a través de la acción de colectivización, recuperando el uso colectivo de un inmueble. A partir de aquí planteamos diferentes herramientas, para ayudarnos a proteger los bienes inmuebles de la acción del Estado, de la banca y de la propiedad privada.
La oficina de vivienda
Un local vecinal, el local de un colectivo o asociación, un centro social, una oficina de derechos sociales o incluso un vehículo ambulante, pueden ser espacios propicios para compartir soluciones y generar oficinas de vivienda. Para poder abordar con eficacia la cuestión de la vivienda, debemos de analizarla en toda su complejidad, reconociendo la diversidad de las situaciones y voluntades individuales, así como la predisposición de estas al acceso a la vivienda de una o otra forma. La oficina de vivienda debe por tanto, ofrecer un amplio abanico de herramientas:
La okupación consiste en dar uso a inmuebles abandonados o en desuso, ya sea como vivienda, como centro social (espacio de interacción abierto y colectivo) o como huerto de cultivo comunitario. Cada vez de manera más asidua, se producen okupaciones cuando los juzgados ejecutan órdenes de desahucio y sus moradores deciden okupar su vivienda para impedir la desposesión forzosa tutelada por el Estado. Es por tanto, una práctica con un respaldo social en auge, una acción de empoderamiento, directa y sin intermediarios.
El contrato de cesión de uso, es un acuerdo entre arrendador y arrendatario, para el uso del inmueble a cambio de su mantenimiento y sin coste de alquiler.
La masoveria (en Catalunya) tanto rural como urbana, o la aparcería (en el ámbito rural castellano) son acuerdos de cesión de inmuebles a cambio del mantenimiento, rehabilitación o incluso de productos provenientes de la tierra.
La autoconstrucción y, más concretamente, la bioconstrucción es la acción de construir viviendas u otro tipo de inmuebles, reduciendo al mínimo el impacto sobre el entorno, haciendo uso de materia prima geográficamente próxima, complementándose con materiales reciclados y reutilizados.
Las viviendas móviles o caravanas autosuficientes son alternativas a los inmuebles como vivienda, permitiendo compaginar la vida nómada con la sedentaria, y profundizando a su vez en la autosuficiencia.
La repoblación, como la acción de recuperar la vida en el medio rural, mediante la ocupación de poblados y tierras abandonadas, u otras vías legalistas de acceso a inmuebles en desuso. En la próxima página se profundizará más sobre este tema.
El colectivo SostreCivic y la Cooperativa Integral Catalana son impulsoras de este tipo de iniciativas y son ejemplos prácticos el de Cal Cases (comarca del Bages) o el de la colonia ecoindustrial postcapitalista de Calafou (comarca del Anoia) en Catalunya.
En Suecia y Dinamarca, por ejemplo, las cooperativas de vivienda de cesión de uso están muy extendidas, siendo un porcentaje significativo del parque de viviendas de esos paises. Ver: www.sostrecivic.org
Una experiencia clave son las cooperativas de vivienda en cesión de uso, una herramienta para facilitar compras colectivas de inmuebles y garantizar la colectivización y su sentido comunitario.
La acción colectiva camino a la colectivización
Una posibilidad que debemos explorar para generar cooperativas de viviendas o fincas para otros usos es la del acceso colectivo a inmuebles por debajo del precio del mercado (consecuencia última de la crisis inmobiliaria), mediante contratos de arras y alquileres con opcion a compra, para generar una compra colectiva de la finca. (Ver página 14)
¿Qué podemos hacer frente a los embargos, para evitar desahucios y desalojos?
En los últimos años, los reajustes en el mercado inmobiliario y la cobertura del aparato de propaganda neoliberal han generado la falsa necesidad de abrazar la vivienda en propiedad (privada). Esto ha llevado a millones de personas a firmar contratos hipotecarios que, muy probablemente, ni siquiera sus herederos podrán asumir. En paralelo, bancos, cajas, constructoras, inmobiliarias y carroñeros en general, ven como sus negocios florecen mientras las vidas de millones de familias se marchitan cuando los plazos para pagar las cuotas hipotecarias ya no son suficientes.
Esta es la cruda realidad en la que los estratos más débiles de la pirámide social están inmersos hoy, ahora. La cuestión es: ¿Qué podemos hacer para impedir la desposesión forzosa del legítimo derecho a una vivienda digna?
Se presenta en la contraportada una propuesta de gran calado pero antes, a continuación, explicamos un par de vías de acción a corto plazo:
• Red de alquileres cruzados. Antes de perder la posesión de la finca
Si somos conscientes de que a corto plazo no podremos asumir el pago de nuestra hipoteca, podemos alquilarla a otra persona, en paralelo a que nosotras alquilemos otra vivienda en las mismas condiciones, integrándonos en una red de alquileres cruzados. A través de ello podemos bloquear los desahucios de inmuebles durante al menos 5 años, que es el número de años en que la ley protege al inquilino ante un cambio de propietario de su casa.
ATENCIÓN: En este punto ha habido mucha difusión de mensajes que dicen que sólo con un alquiler simbólico seria suficiente para mantener la vivienda. Ante ello, cabe ser prudentes, ya que existe la figura jurídica del “contrato en fraude de ley” que según el criterio de un juez, podría generar orden de desahucio. Así pues, es importante cumplir las siguientes condiciones:
- Que los nuevos inquilinos habiten la casa.
- Que el precio sea creíble aunque sea bajo en comparación con otros.
- Que las transacciones económicas del alquiler realmente se hagan y se puedan demostrar.
- Que exista domiciliación de los recibos.
Es decir, hay que llevar a cabo el alquiler con todas las de la ley porque se trata de demostrar al juez que es un contrato verídico. Véase el artículo 14 de la ley de arrendamientos urbanos sobre “Enajenación de la vivienda arrendada”.
En la contraportada de esta publicación [última página] podéis encontrar una iniciativa concreta de aplicación de la red de alquileres, mediante una cooperativa de vivienda social.
Más información: http://www.autogestionaos.net/manualdedesobedienciaeconomica
• Red de ocupaciones. Ocupa tu propia vivienda una vez que se ejecuta la orden de embargo
Como última opción siempre nos queda desafiar a la injusticia, ocupando nuestra propia vivienda o participando en una red de ocupaciones cruzadas, ocupando la vivienda de otra familia y poniendo la nuestra al servicio de la red.
Casas sin gente, gente sin casa, ¿cómo se entiende? Es hora de priorizar el bienestar humano frente a la propiedad privada y tenemos medios para hacerlo.
Con el objetivo de facilitar la autogestión del derecho de vivienda hemos abierto una base de datos de recursos que podéis encontrar en la página: www.autogestionaos.net y que se mostrará en un mapeo.
En esta web podéis aportar información sobre fincas o sobre vuestras necesidades de espacios y encontrar lo que se ajuste a vuestras necesidad. Está es una de las herramientas que ofrece el sistema SIGRA (página 23)
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Autor: colectivo de activistas Afinidad Rebelde
Fuente: ¡Rebelaos!
Texto HTML compartido por Miquel Ángel
Edición para Liberación Ahora: Freeman
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Consciencia e integridad, nuestra respuesta
¿Qué se hace cuando la ley y las supuestas autoridades amparan la injusticia más flagrante y protegen a los mayores corruptos y criminales? ¡REBELIÓN!
Así, desobedecemos pacíficamente las órdenes y directivas emanadas de órganos y autoridades ilegítimas, por causa de la manifiesta violación, quiebra y conculcación -por parte de los mismos- de los más básicos y elementales derechos de los seres humanos.
Nos empoderamos como individuos y como sociedad, recuperamos nuestra soberanía, nos autogestionamos en todas las áreas y decidimos directamente en asambleas, prescindiendo de falsos representantes y de todo el arbitrario y represivo aparato estatal de dominación.
NO SOMOS ESCLAVOS NI SÚBDITOS. SOMOS SERES HUMANOS.
No necesitamos ningún permiso -por parte de ninguna otra persona u organismo legal, político o militar- para SER y REALIZARNOS como lo que ya somos. Simplemente nos basta con ser CONSCIENTES de ello, y rechazar toda acción o maniobra externa y abusiva que pretenda negárnoslo.
Asumimos lo que somos, así como nuestra soberanía individual y colectiva, resueltamente y en paz.
LA PAZ DE SABERSE Y SER ÍNTEGROS.
Freeman
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