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El Fracaso de Copenhague impulsa la Nueva Conciencia. Emilio Carrillo Benito

28 diciembre 2009

El Fracaso de Copenhague Impulsa la Nueva Conciencia

Sábado 26 de Diciembre de 2009 05:09 | Escrito por Emilio Carrillo Benito | PDF Imprimir Correo electrónico
Tomado de RetornoMaya.com

Cumbre 2009

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No había querido opinar sobre los sucesos de la cumbre sobre cambio climático, aunque ya los vientos precedentes anunciaban que algo se iva a desnudar allí, hoy por hoy las acciones son culminantes, ya no hay tiempo para más dilaciones, la agenda de los poderosos entre bambalinas está en acción y sin tapujos y no me refiero a determinados países o personas, me refiero a lo que se oculta aún detrás de algunos de ellos. Me llega este escrito, que viniendo de la persona documentada y actualizada que le firma, es para mí un honor presentáros tan certero análisis; Emilio, además de Teniente Alcalde de la ciudad de Sevilla, durante más de una década, es un humanista y estudioso de las culturas, los pueblos, su cosmovisión y anhelos como pocos políticos en la actualidad. Leed su artículo y comparadlo con otras versiones, notaréis la diferencia.

El Fracaso de Copenhague…

(http://emiliocarrillobenito.blogspot.com . Lunes, 21 de diciembre de 2009)

Vaya por delante que todo es perfecto. Y que para que la luz brille se precisa no sólo de un polo positivo, sino, igualmente, del negativo. Tenerlo en cuenta es esencial para ponderar lo acontecido en Copenhague y otras muchas cosas que marcan la sociedad y el mundo actual.

Fracaso absoluto

La Cumbre del Clima de Copenhague ha concluido con un fracaso absoluto, sin paliativos ni concesiones a la galería.

Veinte años de trabajos previos han sido simplemente tirados por la borda. Con descaro. Según lo pactado, cada país hará lo que le venga en gana, pues los objetivos de reducción de emisiones serán voluntarios y la medición, declaración y verificación las realizará él mismo en el marco de un sistema de “consultas y análisis internacionales bajo unas guías claras que asegurarán que se respeta la soberanía nacional”. Esto es, nada de nada. Ni siquiera algo que sirva de excusa para los discursos huecos y las proclamas retóricas que tanto gustan a los dirigentes internacionales. No hubo ni “foto de familia”, sino auténtica desbandada. Descalabro completo.

Eso sí, era de prever que este fuese el resultado. Nadie puede alegar sorpresa. El fiasco ha sido preparado a conciencia desde las cancillerías de distintas naciones, con Estados Unidos y Obama a la cabeza, que ya en las reuniones previas de Bangkok y Barcelona habían mostrado abiertamente sus intenciones de que la Cumbre no sólo no fuera útil para avanzar, sino que sirviera para dar un paso atrás. Así ha sido.

Un nuevo sistema geopolítico mundial

Ahora bien, en la capital danesa no sólo se ha cerrado la puerta a cualquier intento mínimamente serio de coordinar actuaciones ante el cambio climático a escala mundial. Junto a ello, ha sucedido algo sumamente importante de lo que se habla menos: ha tomado cuerpo un nuevo modelo de relaciones internacionales, un nuevo sistema geopolítico y de reparto de poder mundial que sustituye al que, de una u otra manera, venía manteniéndose desde la Segunda Guerra Mundial.

Se trata de un modelo más acorde y ajustado a los deseos de la élite económico-financiera planetaria. Precisamente, el que los gobiernos de Estados Unidos y China llevaban tejiendo de modo discreto, aunque reconocido, desde hace meses. Sus pilares primordiales son dos: desprecio a Naciones Unidas y ninguneo a Europa.

El “Acuerdo de Copenhague”: el fondo y la forma

Desde luego y como ya se ha reseñado, el denominado “Acuerdo de Copenhague” –tres folios redactados con desgana y vacíos de contenido y compromisos- constituye en su fondo la enésima confirmación que, ante las causas y consecuencias del cambio climático, falta “voluntad política”. Zafio eufemismo para disfrazar el sometimiento de ésta a los fríos y calculados intereses de los grandes holdings multinacionales, financieros y empresariales.

Pero tan notable como su fondo ha sido la forma en la que el “Acuerdo” se ha  gestado. Una forma que tiene y tendrá enormes implicaciones en el contexto mundial, que ha quedado redefinido con base en dos ejes fundamentales. Por una parte, radical menosprecio a Naciones Unidas, auténtico muerto viviente que sólo será sacado del ataúd cuando puntualmente convenga a los que manejan el cotarro. Y por otra, desdén e indiferencia hacia Europa, verdadero cero a la izquierda en el nuevo escenario internacional hasta el teórico día, pura quimera, que sea bastante más de lo que hoy es: mero espacio de tráfico monetario y mercantil revestido de falaces declaraciones de intenciones de tinte político y social.

Hay que subrayar al respecto que el Acuerdo se fraguó en una sala cerrada del centro de convenciones donde se desarrollaba la Cumbre. Había en ella poco más de 35 personas, entre dirigentes y asesores, de un puñado de países. El estadounidense Barak Obama y el chino Wen Jiabao llevaron la voz cantante, secundados por el brasileño Lula da Silva y el hindú Manmohan Singh, que apoyaron las propuestas de los dos primeros a cambio de diversas contrapartidas comerciales y económicas comprometidas por el presidente norteamericano. El resto de los “líderes”, entre ellos los de la Unión Europea, esperaban afuera, sabiendo que no les quedaría otra que hacer suyo lo que en dicha sala se estaba cociendo. Eso o el derecho al pataleo, que fue por lo que optaron cinco naciones (el llamado “bloque bolivariano”).

Al salir de la sala con el acuerdo bajo el brazo, Obama fue bien expresivo, señalando que se lo comunicaría a los “europeos” y luego a los 28 jefes de Estado y de Gobierno que coordinaban todos los grupos que preparaban el texto político. Por tanto, el mandatario norteamericano negoció encerrado con quien eligió, entregó después el acuerdo al pleno de la reunión y se marchó. Los delegados de los demás países, más de 180 estaban representados, continuaban enzarzados en discusiones bizantinas cuando el avión presidencial aterrizaba en Washington con los objetivos cumplidos.

Obama ha conseguido lo que Bush no logró

En su día, George Bush intentó sacar la negociación fuera del plenario de Naciones Unidas, donde cualquiera de los 193 países que lo conforman puede vetar un acuerdo; y propuso crear un foro paralelo en el que las grandes economías  alcanzaran el consenso para afrontar el cambio climático de modo voluntario y en función de los requerimientos y agendas de cada cual. No lo logró.

Ahora, Obama sí  lo ha conseguido. Es más, con el mismo cinismo del que hizo alarde al justificar la guerra recogiendo el Nobel de la Paz, ha llegado al extremo de montar el foro paralelo dentro de una Cumbre convocada por la propia Naciones Unidas. Ésta, maniatada por los poderes fácticos y los intereses creados, ha dado visto bueno al ultraje y ha refrendado lo pactado por unos pocos. Es exactamente el sistema imperante en la Organización Mundial de Comercio. Y es que estas son las nuevas reglas de juego del sistema mundial: las de la OMC, no las de la ONU.

Además, Obama ha excluido conscientemente a Europa del acuerdo. La élite bajo cuyo dictado actúa ha mandado así dos rotundos avisos a navegantes: el poder global ya no pivota en torno a las costas del Océano Atlántico, sino del Pacífico; y el modelo europeo de Estado del Bienestar no tiene sitio ni puede ser mantenido en un planeta comandado por la Economía-Mundo, la globalización y la banca internacional.

No a la frustración; sí a la nueva consciencia

No hay más cera que la que arde. El que quiera seguir perdiendo el tiempo y las fuerzas confiando en “líderes”, instituciones y organismos internacionales sólo topará con más decepciones. Pero lo sucedido, lejos de conducir a la frustración o la melancolía, hay que entenderlo como lo que realmente es: una gran oportunidad en el proceso de impulso de una nueva consciencia.

Otro mundo mejor es posible mediante ojos nuevos para un mundo nuevo. Y hechos como lo acontecido en Copenhague ayudan a que hasta el más dormido despierte y el más ciego recupere la vista. Estamos ante una colosal crisis de carácter multidimensional (económica, alimentaria, ecológica, cultura, social, de valores,…) que, usando la famosa metáfora maya que describe el momento presente como “Sala de los Espejos”, coloca ante el espejo a la Humanidad y a cada ser humano El que no se percate de la realidad no será porque se la estén ocultando, sino, sencillamente, porque no quiera verla.

Y los ojos nuevos sólo se alcanzarán con el cambio interior –espiritual y ético- de cada persona y el compromiso social que de ello deriva de forma natural. Será así como emanará una novedosa visión y una nueva consciencia que se abrirá paso en la Humanidad, lo está haciendo ya, a modo de red. Una auténtica red consciencial ajena a los usos y estructuras piramidales tradicionales, en total sintonía con la Madre Tierra y superadora de las fronteras políticas, étnicas y religiosas que hasta ahora han dividido y confrontado a los seres humanos. Una red en la que se contempla el mundo en clave de unidad e interdependencia y se conjuga el verbo compartir. Una red por la que fluye la solidaridad, la generosidad, la participación, la creatividad, el entusiasmo, la utilización de las tecnologías en beneficio de la mayoría y la capacidad para expandir nuestros sentimientos, intuiciones e inspiraciones y todas nuestras facultades físicas, mentales y espirituales.

Gracias, pues, a la élite económico-financiera, a Obama y a los “lideres” mundiales que con el fracaso en Copenhague nos vuelven a mostrar con nitidez el camino a seguir: el de una nueva consciencia. Siéntela en el fondo de tu corazón y en la profundidad de tu Ser. Nótala como energía electromagnética y vibratoria: una armonía de Paz infinita que resuena con potencia en la hondura de tu Silencio y se desborda hacia todo lo que te rodea como perfume de amor.

Todo es perfecto. La luz nace al armonizar lo negativo con lo positivo. La superación de la dualidad es la llave de acceso a la dimensión del Amor Incondicional. Abre tus ojos, llénalos de luz y vive en el ahora el mundo nuevo que construyes desde tu interior.

Emilio Carrillo Benito.

Sevilla, Andalucía, España.

Fuente: RetornoMaya.com

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Reportaje especial en losbilderberg:

El fin de una década diabólica: 2000-2009

El fin de una década diabólica: 2000-2009 (2)

3 comentarios
  1. Pilar permalink
    29 diciembre 2009 12:48 AM

    Muy clarito el resumen de lo acontecido en Copenhague.No hay líderes ni tenemos ONU.De acuerdo con lo de la nueva conciencia pero en cuanto a lo de la red ¿dónde están? ¿cómo cambiar el mundo si no nos conocemos? los poderosos se conocen, se reúnen, tienen claro sus objetivos.
    ¿Cómo se puede extender esa conciencia al rebaño ciego y sordo
    si los mass medias no colaboran? ¿cómo detener el abuso de los poderosos a base de buena conciencia? estoy de acuerdo con la resistencia pasiva estilo Gandhi pero si seguimos acudiendo a votar,comprando en grandes superficies, invirtiendo en bolsa, solicitando prestamos para consumo, tragándonos programas vacios llenos de publicidad, en resumen seguimos jugando a lo mismo, nos estaríamos contradiciendo y lo de la nueva conciencia es sólo una bella frase vacía.
    En cambio, si esa nueva conciencia consistiera en comprometernos de lleno a cambiar el juego a base de compromiso real,modificando el estilo de vida, decreciendo voluntariamente entonces sí tiene sentido.
    ¿dónde encontrar esa red? ¿dónde están? ¿cómo unirnos a ella?

    • 29 diciembre 2009 1:52 AM

      Hola Pilar, un placer leerte de nuevo. Comparto por completo tus lúcidas observaciones, pienso que sería necesario confeccionar -entre toda la sociedad consciente (la red a la que aludía Emilio Carrillo)- un protocolo general de actuación multidisciplinar responsable, que señalara de manera clara y concreta las mejores y más accesibles alternativas posibles (las más armónicas y saludables) en todos los campos de la vida: consumo, economía, salud, asociaciones, información, energía, tecnología, etc. Para hacer así posible ese compromiso real y práctico del mayor número de personas, esa modificación sustancial del estilo de vida que influya decisivamente en las autoridades, en los poderes fácticos y en todo el colectivo social, desplazando a los modos y dinámicas caducas y nefastas que operan en la actualidad.

      Empero -y aquí llega la madre del cordero- estimo que, para ello y para lo demás, se precisa una mayor unidad, coordinación y organización entre todos. Creo que estamos en los momentos iniciales de este movimiento de unificación entre la gente consciente en todos los gremios y ocupaciones. Lo veo en la creación y proliferación de pequeñas o medianas asociaciones, ligas o plataformas que plantan cara o dan respuesta a desafíos crónicos o puntuales que el poder global lanza a la sociedad (por ejemplo, falsa pandemia gripe A, transgénicos, vacunas, abusos estatales, secretos de estado, energía libre, fenómeno ovni, desinformación, etc). Quizá esto sea el primer paso, y lo próximo sea una unificación de todos estos nodos particulares en una fuerte y eficaz Red o Plataforma social, que aglutinara al mayor número de estos nodos y de personas en torno a unas premisas fundamentales o básicas que, para mí, serían más o menos: la protección, garantía y cumplimiento de los Derechos Humanos, la preservación y protección del medioambiente y la biodiversidad, y la transparencia y supervisión efectiva respecto a la actuación y procedimientos de los estados, bancos, corporaciones, organismos e instituciones nacionales e internacionales y demás poderes fácticos.

      A todo esto, es indispensable y vital que prosiga y se amplifique la difusión de la información libre-independiente (no controlada o manipulada), para crear mayor matriz de opinión y que realmente se abra un auténtico y público debate en el seno de la sociedad, donde todos los temas candentes y ocultos puedan salir a la palestra y ser desmenuzados sin censura (como la que existe actualmente).

      No obstante, puede ser también que -aunque no existiese tal unificación formal- un sector suficiente de la población que esté consciente se conectara, coordinara y actuara eficazmente a través de otros medios o fórmulas, menos visibles o definidos. Pues también hemos visto que, en el caso de Greenpeace, grandes organizaciones de carácter benefactor han sido secuestradas por el poder global corrupto, y utilizadas para sus fines. Es decir, todo tiene sus pros y sus contras, que muchos profesionales y personas conscientes estarán valorando en estos momentos. Lo cierto es que no hay mucho tiempo para largas deliberaciones, porque el sistema tiránico sigue adelante con su agenda. Esperemos que cada uno de nosotros, en su función y conforme a sus posibilidades, se desempeñe lo mejor posible, y sigamos entre todos creando nodos e iniciativas que nos hagan actuar cada vez con mayor fuerza, eficacia, rapidez y coordinación.

      Un abrazo,
      Freeman

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